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miércoles, 31 de diciembre de 2014

55 Capitulo

-Cuenta Pedro-
Hernan: Pero tenes una suerte vos... -dijo cagándose de risa-
Pedro: ¡Cállate! -Dije mirando hacia donde estaban las chicas-
Luciano: Dudo que escuchen, babosas con mi hijo están.
Pedro -hice un trago a la cerveza que estaba tomando-: Le tuve que mentir a Paula, le tuve que decir que fue un problema familiar.
Luciano: Es problema de ella, no hace falta que vos vayas.
Hernan: Claro, encima de mentirle a Pau no creo que te convenga mucho... vos sabes como es esto Pepe, ella misma puede ir a decirle que te busco para que le acompañes a un medico, ella cree encima que esta enferma.
Pedro: Tampoco tengo pensado acompañarla.
Luciano: ¿Pensas que te chamuyo con ese cuento?
Pedro: Y si, después de todo lo que paso... -sacudí mi cabeza- esa mina esta loca.
Hernan: Loca y obsesionada... -dijo riendo- como te siguen las minas, encima que esta medio, medio.
Luciano -se cago de risa-: Seguís siendo el ganador.
Pedo: Le edad a mi no me afecto, aparte estoy muy bien... no estoy con que me duele la rodilla, la espalda, la cintura. 
Luciano: Palo para el boludo de las excusas.
Hernan: El domingo, les parece?
"El domingo, ¿que?" se escucho. Eran Zaira y Luciana.
Luciana: ¿Que piensan hacer el domingo ustedes?
Pedro: Una fiestita para mi cuñado.
Luciana -se rió sarcásticamente-: Voy a prohibirte estas amistades amor... -dijo sentándose alado de Luciano-
Zaira: Pedro te mato si lo sigues llevando por mal camino.
Hernan -abrazando a Zaira-: Ves que son ellos amorcito.
Zaira -le dio un pico-: Ya se amor.
Luciano/Pedro: Pollerudo.
Luciana: Ustedes también lo son.
Pedro: Pero este nos gana, o no Lucho? -asintió cagándose de risa- ¿Y Pau?
Zaira: Por un momento creí que era yo la tía mas babosa -rió- esta con Fede.
Sonreí y me fui al cuarto de Luciana.
Estaba la puerta abierta, vi que ella estaba sentada y Fede estaba en su coche... note que el se reía; Paula le estaba hablando y haciendo caras raras, era una imagen tan tierna. Me imagine a ella con nuestra pequeña, cada vez que me imaginaba algo con ellas dos, me ponía mas ansioso. No veo la hora de su llegada a este mundo, de acariciarla, darle besos, hacerla reír. Pero los meses se hacían eternos...
Pedro: Que hermosa que sos... -ella se dio vuelta y me sonrió-
Paula: Llego el padrino -me miro y sonrió- el mas caño, claro.
Pedro -bese su mejilla-: Te amo.
Paula -me miro-: Yo también, y siempre lo haré.
Acaricie su mejilla y bese sus labios.
 Bajamos junto con Federico, esta vez yo fui quien alzando llegamos al comedor, a donde estaban todos. Luciana lo alzo y aproveche para sentarme.
Paula: No veo la hora de comer por dios... -dijo riendo-
Zaira: Se esta terminando de calentar la salsa, ya sale Pau -dijo riendo-
Paula: ¿Compraste el postre?
Hernan: Tu favorito encima.
Zaira: Mira nena, no te daré postre si no me contas el sexo... desde que llegaste te hiciste la boluda.
Paula: ¡Es mujer! -dijo sonriendo-
Zaira: ¡Ay! -dijo emocionada abrazo a Paula-
En ese momento sonó mi celular y para no interrumpir ese momento me fui al patio. Era una llamada, y si, me lo esperaba. Agustina.

-Comunicación Telefónica-

Agustina: ¿Peter?
Pedro: Si.
Agustina: Perdón si te traje problemas con la charla de hoy...
Pedro: Es mejor aclarar las cosas.
Agustina: ¿Estas queriendo decir que no me vas a acompañar verdad?
Pedro: Si.
Agustina: Entiendo, fui una tonta al pensar que ibas a estar conmigo en este momento... pensé por lo menos ser una amiga.
Pedro: Sabes que no es buena idea esa.
Agustina: ¿No?
-Suspire-
Agustina: Me olvide que tenes una novia complicada y que te eliges las amistades.

Rió y automáticamente corte. Apenas corte me llego un mensaje, era de ella: "Era un chiste".

-¿Pasa algo?
Pedro: ¡Agustina!
-¿Otra vez esa mina? ¿Que hiciste?
Pedro: Nada Luciana.
Luciana: Pero por algo sigue rompiendo... -dijo molesta-
Pedro: Si lo supiera...
Luciana: Si lo sabes, sabes perfectamente que todavía te busca. -Revolee los ojos- no hagas así, sabes que es eso.
Pedro: Invento, bah, capaz sea verdad... -encogí mis hombros- quiere que la acompañe al medico, ella cree que esta enferma.
Luciana: Al psiquiatra tiene que ir esa, ¿enferma de que? Es mas sana.
Pedro: Lo mismo digo yo.
Luciana: ¿Del psiquiatra?
Pedro -reí-: Lo de sana.
Luciana: Te quiere hacer pisar el palito hermano... -dijo sonriendo-
Pedro: ¿Por que la sonrisa?
Luciana: Que se yo, se me vino una idea a la cabeza...
Pedro: Ya estas grande para travesuras Luciana. -Dije riendo-
Luciana: ¡Tenes razón! -dijo abrazándome- Pero no quiero que los moleste mas esa minita.
Dijo algo molesta, yo solo la mire y encogí mis hombres y luego la abrace para ir hacia donde están los demás.
Luciano: ¿Pasa algo?
Luciana -beso la mejilla de su novio-: Nada amor, me estaba poniendo al día.
Paula la miro, y luego sentí su mirada en mi. Yo solo sonreí y me senté a su lado.
Paula: ¡Tengo hambre!
En eso apareció Zaira con la comida, Paula aplaudió y nos comenzamos a reír. Parecía una nena de ocho años aplaudiendo como loca.
Zaira: Tremenda infantil sos todavía nena.

54 Capitulo

Pedro: Te dije que iba a ser mujer. -Dijo sonriente-
Paula -me reí-: Lo importante es que sea sanita.
Me sonrió con su sonrisa mas compradora y me dio la mano, mientras que seguíamos caminando y hablando sobre su cuarto.
Paula: ¡PEDRO! -dije casi gritando-
Pedro -rió-: Estamos en pleno centro gorda, no grites.
Paula -mire a mi alrededor y si, había gente mirando-: No importa, como no me consultaste.
Pedro: Es que me ibas a decir lo mismo de siempre.
Paula: ¿Pero como estabas tan seguro?
Pedro: ¿Estoy conectado con ella. -Rió-
Paula: ¿Y si era varón? ¿Que ibas a hacer?
Pedro: Y bueno le iba a pedir que cambien la pintura.
Paula: La verdad es que te pasaste.
Pedro: Sabia que iba a ser mujer por eso compre la pintura color rosa pero clarito, eh?
Paula: ¿Clarito? Espero que sea linda...
Pedro -rió-: Te va a encantar.
Paula: Eso espero... -mire hacia mi costado- ¡quiero!
Pedro: Son las 10 de la mañana y queres comer, ¿tacos?
Paula: Bueno, me tentó la imagen Pedro. -Dije entrando a la rotiseria-
Pedro: Vamos a pedir para llevar, no creas que vas a comer ahora.
Paula: ¡Esta bien! -Dije con mala cara- Llamo a Zai para avisarle que llevamos comida nosotros, que se encargue ella del postre.
Pedro: ¿Ya pensas en el postre?
Reí y me acerque a su oído.
Paula: ¡Estoy embarazada! ¡Tengo antojos! -le susurre-

-Comunicación telefónica-
Paula: ¡Amiga!
Zaira: ¿Mujer o varón?
Paula: Llevamos nosotros el almuerzo
Zaira: Mala. ¡Antojo! -rió- ¡Chicos, Paula ya comienza con sus antojos!
Paula -se escucharon risas-: Ojala nunca te suceda de tener esos antojos raros -dije riendo-, y por picara quiero que vos compres el postre.
Zaira: Pero si me decís el sexo, ya.
Paula: No, compra el postre... -dije riendo- te dejo porque mi marido me necesita.
Zaira: Todavía no se casaron.
Paula -reí-: Por ahora...
Zaira -rió-: ¡Testigo!
Paula: Ya vamos -dije riendo-.

Me di vuelta riéndome, y que imagen tan perturbadora para mis ojos. Agustina hablando con Pedro. Mi sonrisa se fue, automáticamente camine hacia donde Pedro estaba.
Agustina: Yo le dije lo mismo Pepe... -me miro- ¡Hola Pau!
¿Pepe? ¿Pau? ¿Simpática? PATÉTICA.
Paula -una sonrisa falsa y lo mire a Pedro-: ¿Ya pagaste?
Pedro asintió y me dio una bolsa.
Agustina: Después te hab
lo para ver si podes o no, ya no se que hacer.
Se la veía preocupada, pero no, no confió. Puede que este mintiendo en lo que le halla contado a Pedro.
Pedro: Dale. -Seco-
Lo mire sin entender en lo ella había dicho y lo que el había respondido.
Ella se fue, la mire como se iba a una mesa. Estaba con su mama.
Pedro: Antes que digas algo, tiene un problema familiar.
Paula: No iba a decir nada.
Pedro: ¡Te conozco! -Dijo sonriendo-
Había veces que su sonrisa me molestaba, pero la sonrisa era la de triunfador.
En ningún momento se me ocurrió preguntarle, bueno en realidad si, pero creo que no hacia falta. Con solo mirarlo se dio cuenta que moría por saber que le había comentado.
 Opte por no decir nada y el no dijo nada. El camino hacia el estacionamiento, mínimo tres cuadras cortas, fue un silencio. Un silencio incomodo.
Cuando subimos al auto, puse música, lo mejor para el silencio es la música, y mas si es un silencio tan incomodo.
Mientras el manejaba y cantaba yo lo miraba de reojo...
Pedro: ...y me empiezo a preguntar, si la respuesta te valdrá...
          Culpable de decir ya basta cuando me desgasta con cada por que...
          Culpable de quererte tanto que me equivoque...
¿Hacia falta el canto? Sabia perfectamente que prácticamente me vuelvo loca cuando canta.
Paula: ¡Te odio! -susurre-
Pedro -me miro y se rio-: Yo te amo.

martes, 30 de diciembre de 2014

53 Capitulo

-Dos meses después-
Ya habían pasado dos meses, mi panza había crecido un poco más, se notaba y ya se movía. Ya llevaba cinco meses.
Todo marchaba perfecto, tanto como el embarazo y nuestra relación con Pedro. Hacía ya una semana nos instalamos en NUESTRA casa. Así es, en NUEVA Y NUESTRA casa.
 Pedro: Bueno -sentándose en el sofá- por fin terminamos de ordenar todo.
Paula: ¿Terminamos? -Dije mirándolo con cara de pocos amigos-. Lo hice todo yo, Pedro.
Pedro -rió-: No exageres, lo hicimos los dos.
Paula: Bueno, ponele. -Me fije la hora, eran las once y media de la noche-. ¿Pedimos algo?
Pedro: Sí, unas pizzas, ¿dale?
Paula: Por favor, muero de hambre -me senté a su lado y le di el teléfono-, llama tú.
Pedro: ¡Como siempre!
Paula -le di un beso-: Sí, ahora me voy a bañar. ¡¡Necesito una ducha!!
 Entre al cuarto a buscar el pijama que me iba a poner, en eso comenzó a sonar un celular. Me fije si era el mio y no, me fui a la mesita de luz de Pedro, y sí, era su celular. Un mensaje de en el whatsapp.
Paula: ¿Lo agarro o no? -Estiré mi mano- ¡No, Paula, no! -Di media vuelta- ¡Ay! Solo voy a ver quien -agarre el celular- se lo mando, ¿no?
Número desconocido, por lo menos yo no lo conocía. No lo tenía agendado. 
Mejor lo dejo y le aviso, no quiero ser de esas novias celosas y perseguidas. Esa etapa ya paso y no fue tan buena que digamos. ¡Fue!
   Deje su celular a donde estaba y antes de entrar al baño y le pegue un grito avisándole.


Paula: ¡Me voy a casar con el pizzero! -Dije riéndome-
Pedro: Ja, que chistosa.
Paula -le saque la lengua-: Son riquísimas.
Pedro: La verdad que si, pero no es necesario casarte con el pizzero.
Paula -reí-: ¿Como que no?
Pedro: No, no es necesario. -Di un mordisco- Pau... tengo que contarte algo...
Paula: ¿Sobre?
Pedro: Sobre lo que hablamos ayer...
Paula: ¿De la cuna? 
Pedro: No, no, de eso no. De Agustina...
Paula -deje la porción de pizza-: Ella era la del mensaje, ¿no?
Pedro asintió.
Paula: ¿Nunca nos va a dejar en paz?
Pedro: No sé amor, pero quiero hablar...
Paula: ¿Para?
Pedro: Para saber que quiere, capaz ya deje de molestar.
Negué con mi cabeza.
No me parecía algo bueno. Hable o no, para mi seguirá molestando.
Pedro: Pensalo amor... -me levante- ¿ya no vas a comer?
Paula: No, ya me quito el apetito. Y ya te dije lo que pienso... para mi no es buena idea. -Dije yéndome al cuarto-
Me senté en la cama, me comencé a desvestir y ponerme el pijama.
Me sentía molesta, no con Pedro, sino con ella. ¿Cuando sera el día que no moleste mas?
Pedro: No quiero estar mal con vos Pau.
Paula -acostándome-: No me molesto, ni nada con vos. El tema es ella, pepe... -suspire- ¿como es posible que aun siga con sus estupideces?
Pedro encogió sus hombros, y rió.
Paula: ¿Por que te ríes? -lo mire confusa-
Pedro: ¿Cuando maduraste tanto amor? -dijo riendo-
Paula -le tire un almohadón-: Tarado! -me reí-
Pedro: ¿En serio no queres comer mas?
Paula: No. -Sonreí-
Pedro: Bueno, yo si. -Se acerco hacia a mi- Te amo, ¿sabias?
Paula: ¿Mucho o poco?
Pedro: Poco.
Lo pegue y el rio.
Pedro: Mucho, las amo...
Paula -sonreí-: Los, pepe, los... va ser varón.
Pedro: Mm... no. Sera mujer.
Paula: Varon.
Pedro: Mujer.
Rei y le di un pico. Se fue del cuarto gritando que iba a ser mujer....