-Cuenta Pedro-
Paula: ¡Que guapo! -dijo entrando al cuarto- ¿Sales?
Pedro: Si, nos juntamos con los del trabajo. Cumple uno de los chicos. - Dije terminando de ponerme las zapatillas- ¿No iba a venir Zaira?
Paula: Me agarro sueño, así que le dije que nos juntemos mañana o otro día.
Pedro: Recién te despiertas.
Paula -rió-: Leí en el libro que me dio Lu, ahí decía bien clarito que a medida que pasaban los meses sentiré mas cansancio.
Pedro: Tranquilamente a la mañana podrías ir a caminar o a la tarde, a veces te aburrís y te vas a dormir.
Paula hizo una mala cara, yo reí.
Termine de alistarme, agarre mi celular, las llaves del auto y de casa. Salude a Paula, y partir hacia donde iba ser el encuentro con Agustina.
Me sentía pésimo mintiéndole nuevamente a Paula, pero iba a ser peor.
Mi celular sonó y me saco de mis pensamientos, espere que me toque un semáforo en rojo para poder leerlo.
-Mensaje-:
-Pepe, ya estoy en el restaurante donde quedamos. ¿Venís? Soy Agu.-
Estacione el auto, baje de el y le puse la traba. Di un suspiro y entre al restaurante. Mire hacia un costado, en una esquina aparte de otras mesas se encontraba ella con su celular en la mano, y en su otra mano tomando un trago de vino.
Tome aire y me fui hacia donde ella se encontraba. Al verme ella se paro y me saludo.
Agustina: Creí que no ibas a venir.
Yo solo revolee los ojos y me senté.
Apenas me senté apareció el mozo y nos dio la carta... la verdad que mucho apetito no tenia, pero algo tenia que comer.
"Bien, en seguida se los traigo", dijo el mozo retirándose.
Un buen largo silencio hubo entre nosotros dos, ni la mirada cruzábamos... pero ella lo corto.
Agustina: Y... -me miro- ¿Como andas? -Sonrió-.
Pedro: Muy bien -dije haciendo una media sonrisa-, ¿vos?
Agustina: Bien... Pedro, yo... -bajo su mirada- te mentí...
Lo sabia, lo sabia.
Pedro: Me imagine.
Agustina: Perdón, pasa que no puedo y ni quiero verte con otra persona.
Pedro: Pasaron muchos años, tampoco fue tan fuerte nuestro noviazgo -suspire-. Yo... Agu... yo si te quiero pero como amiga, ya pasaron muchos años. Nosotros nunca funcionamos e hiciste mucho daño a la persona que amo, y a mi.
Agustina -me miro a los ojos-: Lo sé, pero...
Se quedó en silencio al ver que el mozo se acercaba con la comida.
Terminamos de cenar y ella se levanto para ir al baño. Yo aproveche el momento y vi que tenia una mensaje de Paula. En vez de contestarle, la llame.
-Comunicación Telefónica-
Pedro: ¡Amor!
-No, soy Zaira.
Pedro: ¿Y Paula?
Zaira: Se durmió la muy wacha -dijo riéndose- estábamos viendo una película.
Pedro: Tarde vi su mensaje.
Zaira: Sí, pero me dijo que capaz estabas muy ocupado con tus amigos.
Pedro: Estábamos cenando -en eso vi que volvía Agustina-, te dejo Zai. Yo enseguida voy.
Zaira: Dale, dale.
Ese "dale, dale" no lo sentí muy convencida.
Salimos afuera, y me ofrecí llevarla, acepto, no iba a dejar que se vaya en remis. Por mas que me preocupaba que alguien me vea con ella, si alguien nos veía iba a ser un chisme e iban a llegar a los oídos de Paula.
Subimos y partimos hacia su casa... en el camino no dijo nada, solo se escuchaba la radio y uno que otro suspiro de ella.
Llegamos y destrabe las puertas, ya que se trababan solas. Me miro y vi su acercamiento, puse la mano y negué con la cabeza.
Pedro: Estoy por formar una familia, y seguís siendo la misma de siempre -suspire-. A ti, el tiempo no te cambio... por un momento creí que recapacitaste con todo lo que hiciste, pero no.
Agustina: Todo lo hice es porque te amo y te extraño Pedro -bajo la mirada-, no es una obsesión ni nada.
Pedro: Tampoco digo que sea una obsesión, pero los años pasaron y te deje bien en claro que ni amigos podríamos ser con todo lo que hiciste. Mucho daño.
Agustina: ¡Maldita sea la hora que apareció esa mina en nuestras vidas!
Pedro: ¡A mi me la cambio! Agradezco a Dios que este a mi lado, de encontrar una mujer como ella. -Dije algo molesto-
Agustina -abriendo la puerta-: A mi me la arruino.
Se bajo del auto furiosa y pego un portazo, no mire sorprendido, me esperaba eso... pero si me daba un poco de temor. Preocupado arranque el auto y fui a casa. Quería estar a su lado y cuidarla.
