Paula: ¡No te olvides que a las 9:00 tenemos el turno!
Pedro: Sí, lo sé. -Dijo cerrando sus ojos-
Paula: No tengo sueño... -dije sonriendo mientras acariciaba mi panza- muero de la intriga por saber que será...
Pedro: ¡Nena! -Dijo acariciando mi cabello y sonriendo-
Paula: ¿Vos dices? -Él asintió- yo quisiera que fuese varón.
Pedro: Lo lamento... pero será nena.
Paula -sonreí-: Solo espero que todo salga bien.
Pedro: ¿Tenes miedo?
Paula: ¿De qué? -Y automáticamente se me vino a la cabeza Agustina-
Pedro: Cuando llegué la hora... digo... el parto... -dijo mirándome fijamente-
Paula: Ah eso... un poco sí.
Él acaricio mi panza y se acomodo bien para cerrar sus ojos.
Pedro: Me duermo...
Paula: Dormite. -Dije riendo-
Él sonriendo, y de un momento a otro no sentí su mano acariciar mi panza. Señal de que se durmió.
Pedro: ¿Gorda? -Escuche su voz tan dulce-. Despertate gordita dormilona, son las ocho y a las nueve tenemos que estar allá.
Paula: Sí, ya me levanto... -dije susurrando-
Pedro: Ponele que te escuche... -dijo riendo- ¡Dale, el desayuno ya va a estar!
Paula: ¡Muero de hambre! -Dije abriendo los ojos-
Pedro: Lamento decirte que vos tenes que comer unas galletas de agua y tomarás agua.
Paula: ¿Pero, después me llevas a desayunar?
Pedro -rió-: Sí mi amor, pero dale...
Paula: ¡Ayúdame! -Dije estirando mi mano-
Pedro: De vaga que estas...
Paula: ¡Estoy embarazada Pedro!
Pedro: Ey, tampoco tenes la panza que tenía Lu. -Dijo agarrando mi mano y riéndose a la vez-
Reí y me ayudo a sentarme.
Paula: Vos vete yendo que yo voy a entrar al baño.
Pedro: Supongo que no te vas a bañar ahora...
Paula: No, para nada... cuando vuelva -dije riéndome, y me pare-. ¿Iremos al sanatorio?
Pedro: Sí, le dijimos que íbamos a ir, quiero verlo al gordito...
Paula: Ah tu hermana y tu amigo quedaron atrás... -dije riendo-
Pedro: No, pero quiero verlo más a él. -Rió-
Paula: ¿Pediste el día?
Pedro: A la siesta tengo que ir.
Paula: ¿Me quedó sola? -Dije haciendo puchero-
Pedro: Si... me voy a fijar el agua que puse. -Beso mi mejilla- ¡Apura!
Entre al baño y me higienice. Luego volví al cuarto y me cambie, bah, me puse a buscar. "Paula", escuche que Pedro me grito dos veces.
Paula: ¡Ya voy, no sé que ponerme!
Dije cuando abrí el ropero y saque un jeans y una remera suelta.
Pedro: ¡Cualquier cosa!
Paula: Ya encontré.
Parecíamos dos locos gritándose.
Paula: Hoy iré a visitar a mi mamá... -dije mientras me sentaba-.
Pedro: Mis viejos deben estar en el sanatorio baboseándose ahora...
Paula -reí-: ¿Celoso?
Pedro: No tonta.
Paula: Mm... sí vos dices -mordí una galleta-. Es un embole comer así.
Pedro: Te van a hacer la eco Pau.
Paula: Ojala podamos saber el sexo.
Pedro: Te dijeron dentro de dos semanas... -tomo un sorbo de su café con leche-
Paula: Que se yo, capaz se adelanta. -Dije sonriendo-
Pedro: Amor, tenemos que mudarnos antes de que nazca.
Paula: ¿Vos dices?
Pedro: Sí.
Paula: No sé amor.
Pedro: ¿No te gusto verdad?
Paula: ¿Qué cosa?
Pedro: La casa... -dijo algo triste- yo sabía que no te iba a gustar.
Paula: ¿Qué decís? -Me levante de la silla y me senté de inmediato en sus piernas- ¡Me encanta la casa! ¡Es hermosa! -Me miro dudoso- No me mires así. Sabes que sí me gusto y mucho, me encanta. Pero de mudarnos antes que nazca... ¡una pregunta!
Pedro: Sí. -Dijo apartando el mechón que caía en mi rostro-
Paula: ¿Solo nuestros amigos y familiares saben la dirección verdad?
De un momento u otro recordé que las palabras de aquella señorita que detestaba completamente. No podía dejar de pensar en aquel comentario de Agustina.
A veces no podía disfrutar el embarazo por miedo a que Agustina le haga algo a mi bebé o a Pedro.
Pedro: Sí, solo ellos. ¿Por qué esa pregunta?
Paula: Solo pregunto -sonreí y tome un sorbo de agua-.
Pedro: Desde el día que fueron a almorzar con las otras dos estás como nerviosa, con miedo, no sé... te noto así.
Paula -me pare con el vaso con agua y negué con la cabeza-: Nada que ver... ¡vamos que se hace tarde!
Deje el vaso en la mesa y fui en busca de mi bolso. Guarde las cosas que iba a necesitar, me puse un poco de base ya que parecía una muerta con mi cara de recién levantada.
Por un momento creí que no se iba a dar cuenta de mi miedo, pero me olvide que me conoce bastante bien. ¡Ay dios! ¿Estará bien que no le diga nada? No, claro que no esta bien. ¿Qué hago? Se enojará si no le cuento nada, y sí le cuento también.
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Volví... ♥
Dejen comentarios acá o en @LauPL_PP_Sgo ♥ Muchas gracias.
Que bueno que volviste,ojala pau le cuente la verdad a pepe y el no se enoje.
ResponderEliminarsiiii!!! por fin volviste! te se extrañaban las novelas!
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