23 Capitulo

Me desperté asustada al escuchar sonar el timbre varias veces, mi celular estaba llena de llamadas perdidas de números desconocidos, mensajes por las llamadas. ¿Quién podrá ser? Son las cuatro de la madrugada y con esta llovía que no para.
  Me puse unas pantuflas que tenía a mano y una campera finita, me hacía frío. Me lave un poco la cara y los dientes, y me fui directo al living, agarre las llaves y baje para ver quien carajo era.
Ponele que haya tardado unos diez minutos en bajar todas las escaleras, nunca subí o baje por el ascensor mientras llovía, una vez una señora quedó ahí toda la noche, se había trabado. Yo me quedó ahí y muero en el instante. No confió en los ascensores.
  Cuando abrí la gran puerta del edificio no había nadie parado, salí un poco, me moje claro y a un costado estaba alguien parado.... Me acerqué tocándole el hombro y rápidamente se dio vuelta.
Paula: ¿Qué haces acá a esta hora?
Pedro: Perdóname... -Se abalanzo abrazándome, abrazo que yo respondí-
Mientras las gotas de agua caían y caían, nosotros seguíamos abrazados y solo escuchaba de su boca salir "perdón".
Paula: ¿Perdón? ¿Por qué? -Trate de salir del abrazo pero el se aferro mas- ¿Pedro, qué hiciste?
Pedro: Juré hacerte feliz pero no puedo... -Dijo aún abrazándome-
Paula: ...
Pedro: Perdón...
Paula: No sé porque estas diciendo esto, pero... vamos adentro mejor... nos estamos empapando. -Salí del abrazo y lo miré a los ojos- Nos vamos a enfermera si seguimos acá bajo la lluvia.
Pedro: ¿Me amas?
Paula -Lo miré a los ojos firmemente-: Si, claro que te amo. Y me haces muy feliz, cada momento, cada segundo, cada minuto, cada día que me levanto y te encuentro a mi lado soy feliz. Cada día que pasamos juntos cada momento de la vida, cada te amo sincero, cada caricia... -Acaricié su mejilla- me haces feliz estando a mi lado y haciéndome mujer cada vez que te lo pido. -Me acerqué- Te amo. -Le di un beso en la mejilla y luego en el cuello y lo abrace- No dudes nunca de eso, te amo con mi vida. Mi vida sin tu amor es un castigo...
Pedro: Te amo demasiado mi amor. -Se separo y poco a poco se fue acercando-
Ese acercamiento se convirtió en un beso apasionado y con ese amor sincero que nos damos ambos. Sus manos se posaron en mi cintura haciendo que me pegara aún mas a su cuerpo, mis brazos rodearon su cuello, haciendo que el beso sea mas profundo.
Nuestros cuerpos empapados, mas pegados, hacía que despierten nuestros sentidos aún más, pero de a poco nos fuimos separando ya que nos faltaba el aire y estábamos en la calle....
Paula: ¿Entramos? -Él asintió, pero antes de entrar me dio un pico-
Mojados entramos al edificio, yo cerré con llave y comenzamos a subir las escaleras. Silencio todo la subida de las escaleras.
  Abrí la puerta y entre yo primero y luego él, cerré con llave...
Paula: ¿Te queres dar un baño? -Él me miro- Tenes tu ropa acá, por si no te acuerdas viste...
Pedro: Ja, que chistosa. -Dijo acercándose y me agarro la cara- Te amo.
Paula: Yo también te amo. -Sonreí y le di un beso tierno- ¿Te bañas?
Pedro: Si queres báñate primero vos.
Paula: Te agradecería... -Reí- anda al cuarto, cuando salga hago café, si?
Él asintió. Yo me fui al baño y el a nuestro cuarto.
Comencé a desvestirme y abrí la canilla, el agua salía estupenda. Me comencé a mojar el pelo... me puse el shampoo.
Justo cuando me estaba terminando de sacarme el acondicionador sentí unos brazos que me rodearon la cintura, me di vuelta rápidamente y sonreí.
Paula: Sos tremendo vos, ¿eh? -Él me apoyo contra la pared-
Pedro: Te extraño...
Me mordí el labio inferior y sin pensarlo comencé a besarlo con esa pasión que hace poco minutos se había quedado en la nada. Los sentidos de ambos comenzaron a volver y esta vez nada ni nadie nos podría interrumpir.
    Completamente desnudos ambos, el agua que recorría cada parte de nuestros cuerpos, siendo testigo de ese momento.
Pedro comenzó a besarme cada parte de mi cuerpo, haciéndome sentir unos escalofríos y sensaciones únicas. Claro que yo no quedé atrás e hice lo mismo....
  Esté me alzo y rodee mis piernas por su cintura, donde Pedro comenzó con a introducirse en mi, sin dejar de besarme. Claro que yo no deje que él solo haga el trabajo, con ayuda mía los vaivienes eran cada vez más intensos que hacían estremecer mi cuerpo. Demostrándonos una vez más ese amor que sentimos. Sintiendo una vez mas ese calor que nos tapaba y que nuestros cuerpos hablaban por nosotros. Ambos nos extrañábamos.
Paula: Te amo.
Pedro -Sonrió-: Te amo.
   Luego de habernos demostrado ese amor tan sincero, comenzamos a terminar de bañarnos juntos. En realidad yo termine antes que él así que lo deje que se terminará de bañar él, mientras yo preparaba unos café.
  Me puse un short y una remera manga corta, era un conjunto para dormir que me había comprado hace dos días atrás. Luego me sequé el pelo con la toalla, entre al baño y me peine mientras le pregunte a Pedro si le faltaba, él contesto que no. Salí de allí y me fui directo a la cocina.
   Con los cafés listos me dirigí al cuarto.... Pedro estaba acostado, tapado hasta el cuello...
Paula: ¿Tenes frío? -Dije apagando el aire y dejando el ventilador prendido nada más-
Pedro: Un poco... -Yo lo miré- bueno, bastante.
Paula -Deje la bandeja en la cama y toqué su frente-: Tenes fiebre amor...
Pedro: Bueno, por lo menos a mi me agarro fiebre. -Sonrió y tosió- Y tos.
Paula: Ya te estas enfermando...
Pedro: ¿Me das? -Señalando el café-
Paula -Agarro la taza-: Toma, yo ya vuelvo... voy a buscar alguna pastilla y una toalla con un pote agua...
Pedro: No gorda, en serio, deja... ya me pondré bien. -Yo sin darle importancia a lo que me dijo me fui a buscar, a los segundos aparecí con las cosas que dije...- ¡Que cabeza dura que sos, eh?!
Paula: Viste... -Puse en la mesita de luz el vaso con agua y la pastilla, el pote y la toalla- cuando termines te tomas la pastilla. -Agarre mi taza-
Luego de tomar un poco de café y Pedro tomar la pastilla comencé a poner en su frente la toalla mojada para que se le bajará un poco la fiebre.
Paula: Dormí mi amor... -Dije besando su nariz. Él cerro sus ojos y a los minutos estaba profundamente dormido- Ay, mi amor... ni así se te baja la fiebre. -Dije preocupada, moje otra vez la toalla y se la volví a poner- Voy a buscar mas agua...
Me levante con el pote y le llené un poco más y volví...
Paula -Acaricié su rostro suavemente-: Sos un ángel durmiendo... -Sonreí-
   Eran como las seis de la mañana y a Pedro se le había bajado la fiebre. Yo me encontraba sentada en la cama cuidándolo  no quería que nada le pasará. A las cinco y media comenzó a toser muy feo y eso me preocupaba, pero ni se despertó con esa tos. Gracias a dios le bajo la fiebre, pero esa tos no era nada linda.
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Acá les dejo un capítulo... ♥
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