46 Capitulo

Ocho y media de la noche me encontraba despertándome de una larga siesta que pegué. Bastante larga diría yo.
Paula: ¡Me asustaste! ¿Qué haces acá? -Dije sentándome-
Zaira: Sorry, pero tenía que venir y contarte lo que paso.
Paula: ¿Qué hiciste ahora?
Zaira: Por ahora nada. -Rió- De Pedro te hablo, yo.
Paula. ¿Qué paso?
Zaira: Luciana hablo con él. -Yo asentí con obviedad- No le prometió pero si dijo que capaz venga hablar contigo. Esa información conseguí. -Riéndose-
Paula: Ya no quiero problemas Zai. Capaz que él necesite mucho ese viaje y bueno...
Zaira: Después vos te queres matar por no haber hablado con él. Andarás llorando por los rincones y bla, bla. ¡Te conozco!
Paula: No quiero sufrir más. -Dije mirándola a los ojos- Prefiero que se vaya antes que se quedé y seguir sufriendo. Yo no quiero que vayan y le digan "Paula esta llorando porque vos te vas". No, no, no. -Dije negando- Si él prefiere irse que se vaya.
La puerta se abrió. Y fue él quien paso por esa puerta.
Zaira: Bueno. -Dijo parándose- Yo me voy, sobro. -Rió-
Pedro: ¡Hola!
Yo levante mis cejas y sonreí. Signo de ¡Hola!
Pedro: ¿Cómo estas?
Paula: ¿Cómo me ves?
Pedro: Bien...
Paula: Entonces estoy bien. -Dije sonriendo-
Pedro: ¿Puedo sentarme? -Yo asentí riendo- ¿Te dieron reposo?
Paula: Si. Decime lo que tengas que decirme... no demos vueltas. -Dije rápidamente y lo miré a los ojos-
Como extrañaba sentir esos ojos mirarme. Esos escalofríos con una mirada, sonrisa, risa, gestos, todo.
Pedro: No quiero que pienses que me voy por no querer afrontar las cosas. -Yo negué- ¿No creías eso?
Paula: No.
Pedro: Yo necesito irme. Quiero despejar mi cabeza. No quiero estar maquinandome solo la cabeza de lo que te hice.
Paula: No hiciste nada.
Pedro: Si que hice.
Paula: ¿Qué hiciste? Darme amor. ¿Eso? ¿Esta mal?
Pedro: ¿Amor le llamas a todo lo que sucedió?
Paula: No. Pero lo que sucedió no es tu culpa.
Pedro: ¿No? Que confundida que estas.
Paula: Ey, no estoy confundida. Tú te estas confundiendo con algo que no tenes que sentirte culpable.
Pedro: Si no la hubiera echo pasar nada de esto hubiera sucedido. -Mis ojos se humedecieron al recordar ese momento. Mantuve silenció- Mi hermana me insistió en que viniera.
Paula: Es lo que no quería que haga. Yo solo quería que vengas por tu cuenta, pero no logré eso.
Pedro: Pero lo tenía pensado.
Paula -Revoleé los ojos-: Es mejor hacerlo que pensarlo.
Pedro: No quería que sufras mas.
Paula: Yéndote me haces sufrir... pero comprendo que queres renovar tu vida laborar. Al parecer queres tener un titulo. -Asintió- Solo quedan los recuerdos, ¿no? -Él me miro-  Controlar mis pensamientos puedo; pero callar lo que siento no puedo. No quiero que dejes todo por mi amor. Solo pido que no ignores tu corazón, es el único que tiene la razón. -Baje mi mirada- En este momento estoy prefiriendo no haber recordado nada; nunca creí que nuestro amor subía tan alto, y de ese alto cayo a lo muy bajo destrozando para parte de ese amor.
Pedro: Yo nunca creí que iba a suceder todo esto.
Paula: Hay un tema... -Recordé- ¿Me alcanzas ese cuaderno? -Señale al que estaba en el escritorio- Gracias.
Pedro: ¿Me vas a cantar?
Paula: ¿Puedo? -Él asintió- Por todo lo que compartimos, los momentos que vivimos, nada nos va a separar.
Porque se abrieron los caminos, desde el día en que elegimos, ir a ver que hay mas allá.
No es un adiós, crecer los dos, es solo dar un paso más.
Y por eso no te digo adiós... nunca más.
Pedro: Pero todo acabo...
Paula: Nada queda entre los dos. -Dije moviendo mis manos. Tic nervioso- ¿Puedo hacer algo?
Pedro asintió y yo me arrodille en la cama y lo abrace.
Paula: Lo que soñamos quedo en el olvido. ¿Alguna vez te dije que odio las despedidas? -Él no dijo nada, pero me abrazo con mas fuerza- ¡Algún día regresaras! Te voy a extrañar mucho.
Pedro: Yo también. -Dijo separándose- ¿Puedo?
Paula: Como despedida. -Dije sonriendo apenas-
Agarre su rostro y centímetros de sus labios. Nuestros ojos se clavaron la mirada y un verdadero y honesto "Te amo" salió de nuestras bocas.
El sabor que sentía en ese beso era de despedida. No de un adiós, sino hasta siempre. Un amor que se va, se va de viaje por un largo tiempo que no regresara.
Besándolo me aferré mas a él. Ese beso se hizo húmedo tras unas lagrimas que recorrían ambas mejillas de los dos.
Pedro: Perdóname. -Dijo entre besos- No quiero hacerte mas daño y aún lo sigo haciendo. -Separándose se levanto y se fue- 
¡MIERDA! Tire ese maldito cuaderno y volví a acostarme. Solo a pensar y pensar.
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Las lagrimas recorren mis mejillas!!!!! :(
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