43 Capitulo

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Dos días faltaban para irme de este sanatorio. No me atienden mal, solo que odio estar casi toda la maldita hora acostada y haciendo los "tratamientos". Zaira y Luciana las supuestas amigas no aparecieron más después de esa discusión, que la verdad... me sentía mal, quería pedirles disculpas, pero no, no iba hacerlo. El orgullo me gano esta vez. Mis familiares y Hernán solo aparecían. Lo más raro en que toda la semana Pedro no apareció. Es la persona que mas me dolía que no viniera ¿por qué? Me sentía tan protegida por él; cada vez que lo tenía cerca ese vacío que sentí él lo hacía pasar, o la cadenita.
Golpearon la puerta y con un "pase" de aprobación que di; esa persona entro. Que casualidad que justo estaba pensando en él, esté aparezca.
Paula: ¡Hola! -Dije sonriendo-
Pedro: Hola. -Cerró la puerta y se acercó hacía la silla- ¿Puedo? -Yo asentí- ¿Como estas?
Paula: Mucho mejor. ¿Vos? Digo... porque tu cara no demuestra alegría, sino tristeza. -Dije sentándome en la cama-
Pedro: ¿Sos adivinadora? -Dijo riendo- Nada importante...
Paula: ¿Mal de amores? -Dije sonriendo-
Pedro -Bajo su mirada-: Si... -Largo un suspiro-
Paula: ¿Queres contarme? -Él me miro rápidamente y negó-
Mi mirada volvió a la televisión. ¿Soy su amiga? Digo, una vez vino diciendo que era su amiga y ahora... ahora que esta mal, ¿no me quiere contar? ¿Será que nunca fui su amiga?
Pedro: No puedo contarte... me encantaría contarte.
Paula: Pero si no tiene que ver nada conmigo... -Dije y seguí mirando la tele- ¿O si? -Lo miré-
Pedro -Negó-: No, no, no... claro no. Pero no puedo contarte. Entendeme...
Levante mi dedo pulgar y un gesto de "Ok". Ahora... porque no me quiere contar si no tengo que ver en eso, o ¿me mintió y tengo que ver en eso?  No creo, soy la amiga... no su amor; aunque no estaría nada mal ser su amor por un tiempito. ¿Paula te estas escuchando?
Pedro: ¿Estas haciendo los tratamientos? -Yo asentí- ¿Todo bien con eso?
Paula: Si; ¿acaso no me escuchaste que estoy mucho mejor? o ¿sos sordo? -Dije enojada-
Pedro: Apa... estarás mucho mejor, pero tu humor es el peor.
Paula: Problema mío.
Pedro -Asintió-: Me voy entonces... porque sos insoportable con ese humor, en realidad siempre lo fuiste. -Dijo parándose-
Paula -Reí-: Para... Sentate de vuelta. -Dije ordenandole-
Pedro: ¿Qué?
Paula: ¿Siempre fui de tener mal humor? -Él largo una carcajada- Ey... ¿por qué te reís?
Pedro: Esa pregunta es muy tonta. -Riéndose- Pero te la contesto igual... algunas veces estuviste con esos humores.
Paula: ¿Casi siempre? -Él asintió- El horror.
Pedro -Asintió-: ¿Algo más?
Paula -Hubo un silencio por varios minutos-: ¿Cuando te vas?
Pedro: ¿Cuando me voy? ¿A donde?
Paula -Lo mire sorprendida-: ¿No te vas? Me contaste que en una semana te vas...
Pedro: Ah, me olvide. En realidad mañana me voy. -Dijo algo triste aunque tenga una sonrisa pequeña en su rostro, en su interior yo sentía que estaba triste-
Paula: ¿Mañana? -Repetí sorprendida-
Pedro: Si, ¿por?
Paula: No se si te acordas pero... -¿Qué estas por repetir de lo otra vez Paula? NO- Nada. -Dije rápidamente-
Pedro: Por esa razón te vine a ver...
Paula: ¿Cual?
Pedro: Mañana voy, por eso..
Paula: ¿A que hora?
Pedro: Cuatro de la madrugada. Bastante temprano para mi... -Dijo riéndose-
Yo solo sonreí. Sentí que ese vacío se abrió más.
Pedro: ¿Dentro de dos días te dan el alta? -Asentí- ¿Feliz por eso?
Paula: La verdad... si.
Pedro: Que bueno. -Dijo sonriendo-
Yo solo asentí y seguí mirando la tele; la verdad quería que se vaya. Quería estar sola, una angustia invadió por completo mi cuerpo... pero no iba a llorar frente de él, no quería. ¿Angustia? ¿Por qué? ¿Por qué se va? ¿Por qué no lo voy a ver más? No pude. No puede aguantar más y una lagrima recorrió mi mejilla derecha, maldición... justo esa mejilla, ¿por qué no la izquierda? No, claro... la maldita lagrima tenía que recorrer la mejilla para que él viera ese acto.
Pedro: ¿Te pasa algo? -Dijo mirándome-
Yo negué y mordí mi labio para contener las demás lagrimas para que no pudieran salir.
Pedro: Pero estas llorando... -Dijo parándose- ¿Llamo a un médico?
Paula: Tendrías que llamar al médico de las depresiones. -Dije y comencé a sollozar-
Pedro: ¿Depresiones? -Dijo sentándose en la camilla- ¿Por?
Paula: ¿Me abrazas? -Él sonrió y me abrazo-
Una vez que me abrazo al igual que yo. Sentí una conexión, como si fuera que estuve una vez en sus brazos; pero ni eso me hizo contener las lagrimas que comenzaron a correr por las mejillas sin parar.
Pedro -Acarició mi espalda-: No, no llores Pau. -Dijo tierno y aún más lloraba yo-
Paula: Odio no recordar nada, odio estar así. Creo que hubiera sido mejor que me quedará en el estado que estaba antes... -Dije al recordar las palabras de Zaira-
Pedro: No digas eso. -Acarició mi cabeza- Pronto vas a recordar... quédate tranquila.

-Flashback-

Paula: Que hermoso que sos! -Dije despeinandolo más de lo que estaba-
Pedro: Me hablaste para despeinarme?
Negué con mi cabeza y baje la mirada.
Pedro: ¿Entonces?
Paula: Yo tenía ganas de verte amor! -Dije con mi cara triste-
Pedro: A la noche íbamos estar toda la hora juntos? O cambiaste de opinión y queres estar con él?
Paula: ¿Con él?
Pedro -Asintió-: Franco, Paula.
Paula: Nada que ver gordo. No te enojes... -Dije acariciando una mejilla-
Pedro: Pero te mira de una forma, como si fuera que te va a comer Paula.
Paula: No va a hacer nada -Sonreí-. Escucha.. tengo algo para vos!
Pedro: Ah, si? ¿Qué cosa? -Dijo riendo-
Paula: Esto! -Entregándole la cajita- ¿Te gusta? -Al ver que abrió la caja y saco la cadenita-
Pedro: Me encanta amor. Gracias! -Dijo sonriendo y me dio un beso- Yo también tengo algo para vos, pero coincidimos en los mismo... -Dijo abriendo la cajita con una cadenita igual que le regale yo- ¿Te gusta?
Lo besé muy pasionalmente y a medida que nos besábamos, nos pusimos las cadenitas que eran perfectas para nosotros dos.
Paula: Te amo.
Pedro: Te amo más...
-Flashback-

Paula: Ha.. la pelotita. -Dije separándome- ¿Sos vos? -Dije tocando su rostro-
Pedro: ¿Qué pasa Paula?
Paula: Tú me regalaste esto... -Dije agarrando la cadenita- Vos sos ese recuerdo borroso que tenía. -Dije mirándolo a los ojos-
Pedro: ¿De que hablas?
Paula: ¿Eras mi novio?
Pedro -Sorprendido por la pregunta-: ¿Por qué preguntas eso?
Paula: El recuerdo... ese recuerdo en el que me regalan esta cadenita, sos vos esa persona. -Dije acelerada-
Pedro: Para cálmate. -Dijo agarrando mi mano- 
Paula: ¿Eras o no? -Dije nerviosa-
Pedro: ¿Por qué no descansas? -Dijo soltando mi mano y caminando hacía atrás- Yo me tengo que ir...
Paula: No para... -Alcancé agarrarle la mano- no te vayas.
Con la fuerza que tenía lo acerqué hacía a mi. Solo había una pequeña distancia entre nosotros, en realidad entre nuestro labios. Él se quiso alejar, pero yo lo acerqué bruscamente...
Pedro: No lo hagas. -Dijo susurrando-
Paula: Nadie va a morir si sucede eso... -Dije mirándolo a los ojos- Solo quiero sacarme una duda.
Pedro: Pregunta... -Quiso separarse pero otra vez lo sostuve-
Paula: Ya te lo pregunte y no me contestaste... -Dije aún atenta a sus ojos que clavaron en los míos- Y no intentes hacer fuerza, yo no puedo hacer tanta.
Pedro: Si no queres o no podes... es mejor que me sueltes.
Paula: No. -Dije rápidamente-
Pedro: No lo hagas, por favor. -Dijo suplicando-
Una mano soltó la suya, pero para acariciar su rostro. Suave, suave era su rostro. Mi dedo pulgar rozo sus labios y humedecidos, cálidos.
Pedro: Pau...
Paula: Sh... -Dije cerrando los ojos para sentir su aroma-
Acerqué mis cara a su cuello y al sentir su aroma un recuerdo apareció en mi mente. Nosotros dos en una cama, recostados besándonos...
Paula: ¿Estuvimos acostado besándonos? -Largué esa pregunta sin dejar de rozar mis labios en su cuello-
Pedro: Paula, esto te puede hacer mal... -Dijo al serio-
Paula: No creo. Recordar no hace mal.
Mi mejilla choco con la suya y sonreí. Lentamente me fui separando hasta que los labios de él rozaron con los míos.
Miles de recuerdo comenzaron a pasar por mi cabeza. El dolor se hizo notario en mi cara y él con mas fuerza se separo y agarro mi rostro...
Pedro: Te dije Paula... -Escuche eso y los recuerdos que tenía comenzaron a acabar- ¿Estas bien?
Mis ojos estaban cerrados; los abrí rápidamente y lo mire fijo a los ojos.
Pedro: ¿Paula estas bien?
Paula -Mis ojos se humedecieron-: Mi amor... -Dije sollozando-
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Ah... la pelotita!!! jajajaja :) Buena suerte con la intriga piyuelaaaaaaaaaaaaas/os! ☺
Espero que hayan escuchado con el tema que es hermoso ♥
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